¿Conocés la época Victoriana?

Son muchas las épocas de la humanidad que han cambiado, que han moldeado y tergiversado el mundo hasta llegar poco a poco hacia nuestros días, una de esas épocas es, sin duda alguna, la época Victoriana, lo acontecido en la misma dejó tantas costumbres y poderes arraigados en cada individuo que formó parte de la misma, que así fue transmitiéndose por generaciones y algunas costumbres y obligaciones aún hoy siguen cercando nuestros días.

Antes de proceder con la misma, debemos saber que a grandes rasgos, fue la época en que Inglaterra logró ser la potencia mundial número uno, la revolución industrial la llevó a ser el país más poderoso que habitaba la tierra por aquel entonces, y estos logros tienen muchos adeptos, aunque por supuesto, de la misma época se desprende el modelo de consumo, la producción y demás cuestiones relacionadas con la economía, que muy poco han cambiado desde aquel tiempo hasta nuestros días contemporáneos.


LA ÉPOCA VICTORIANA

Sí bien no pretendo que este sea un post en donde se describan simples detalles historicos acompañados de sus correspondientes fechas, es obligación realizar una pseudo introducción de este tipo.

En 1837 asciende al trono de Gran Bretaña la reina Victoria I (de allí el nombre de época Victoriana), su reinado fue uno de los más longevos (más de 60 años) y su establecimiento como reina de Inglaterra es fundamental para que el país logre la completa industrialización de todos sus procesos de producción. También fueron tiempos en donde la riqueza comenzaba a ser más importante que el linaje de nobleza.

En una sociedad que desbordaba moralismos y disciplina, llena de prejuicios, la ostentación regía como valor de vida, es decir, la vida que más tenía, más valía como “humana”, acción o hecho que no ha cambiado mucho desde entonces.

Los valores sociales, o los que les correspondía a cada individuo, bien podrían clasificarse como valores puritanos, donde se destacaba el ahorro (acumulamiento de riquezas, atesoramiento del capital), una extrema importancia a la cuestiones morales, un afán al trabajo desmedido, deberes de la fe y otras tantas cosas de la misma estirpe.

Por supuesto, como siempre, el sexo masculino dominaba tanto en espacios públicos como en la privacidad de los hogares; era una norma común someter a los hijos, quienes por otra parte eran los encargados del cuidado del hogar.

En su contraparte, cualquier tipo de insatisfacción femenina equivalía a un desorden de ansiedad que era necesario tratar con psicoanálisis, pastillas y otros tratamientos disponibles para aquellas que tuvieran el suficiente recurso económico como para que alguien, considera un “experto” por entonces, pudiera “curarla” estimulándola con sus manos.

Fue también importante ya que allí, en aquellos años, fue cuando la sociedad abandonaba la vida rural para dedicare por primera vez en la historia a una vida urbana y de ciudad.

Como otro rasgo característico y motor para llegar a los niveles de consumo que tenemos hoy en nuestra vida, la gente dejaba cada vez más de producir la leche y otros alimentos con los animales que poseía, ya que era más comodo comprarla. Fue la época también, en donde se vio por primera vez ese rasgo tan exclusivo de nuestras sociedades modernas: la gente se endeudaba para parecer rica o de la alta sociedad.

UN REINO REPLETO DE PROSTITUCIÓN

Como sucede muchas veces, la persecución o la opresión sobre ciertas pasiones y deseos humanos, tiene como resultado, un enaltecimiento de aquello que se quiere suprimir por conveniencia, demencia, o por esclavitud.

En la época Victoriana existía una doble moral sexual, por ejemplo, la reina mando a alargar los manteles del palacio para que los mismos cubrieran las patas de la mesa real en su totalidad, ya que, decía que los hombres al ver las mujeres de las piernas podían incitarse hacia ciertas pasiones suprimidas.

Pero siempre la noche, compañera de todos, era la encargada de ocultar los vicios de las personas, quienes acudían a los numerosos burdeles, espectáculos y salas de juegos; las sombras también traían en sus calles drogas, sexos, apuestas, hasta orgías.

Resumiendo, la época victoriana cambió para siempre la forma de trabajo, y de forma subjetiva, fue el primer escalón hacía un cielo presente llenó de esclavos, asustados y solitarios.

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