Con toda esta cuestión de la pandemia, tenemos tela para analizar durante décadas, pues, si bien ha habido filósofos y todo tipo de pensadores en otras pandemias que el mundo a atravesado, y han sacado de esas experiencias conclusiones trascendentes, en lo que yo personalmente llevo vivido con esta pandemia encuentro una conclusión simple y llana:
Cuando alguien dice “hay que salir igual, más allá del
virus, etc., etc., etc.” No juzgo si esa acción de salir por más que en las
calles se encuentre un virus que puede matarte (¿y que no puede matarte?), sino
que más bien juzgo la vara ética y moral, como se está usando y como queda
luego de este impredecible presente.
Yo creo que se ha perdido el derecho de decirle a otra
persona: “no fumes que te hace mal, no tomes que te hace mal, no te drogues que
te hace mal” pues por que al decir “salí igual a pesar del virus” se esta
poniendo de forma explícita una reflexión como la siguiente: “si eres joven y
te contagias no importa” por supuesto, tu, como joven puedes llevar el virus
hasta un adulto mayor de 70 años y bueno, luego vendrán los lamentos.
Es verdad, la persona de 70 años podría haber muerto del más
insignificante resfrío, pero no es lo mismo, no es lo mismo que muera de
resfrío a que muera por que vos le pasaste el virus. Sí, era una persona en una
edad delicada y con un sistema debilitado, pero TU le pasaste el virus.
Ahí es donde se pierde toda vara moral y ética para querer
educar o limitar a otro en el futuro.
REPITO, no estoy juzgando si esta bien o mal la decisión de
salir o no salir, o el ímpetu pasional para alentar que todos salgamos a las
calles o nos encerremos. Voy un poquito más allá de esa banal discusión y digo:
“si me decís que salga a arriesgar mi vida y la de los demás solo porque
necesito hacer ejercicio, o porque necesito ganar dinero” perdes el derecho
para siempre de decirme que puedo o no puedo hacer en cuanto a mi propia salud.
Así de simple.
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