Había
pasado una hora o una hora y media después de media noche y todo parecía ir
tranquilo cuando de golpe una explosión de ansiedad y “terror” se apodero de mí.
Quiero escribir
este artículo como el primero que iré escribiendo para gente que sufre este
tipo de problemas relacionados con los ataques de pánico, con un estado de
ansiedad constante y cuestiones relacionadas a estos temas.
Sinceramente
hacía mucho tiempo que no me agarraba uno tan “fuerte” o, mejor dicho, que me
desestabilizara tanto, al menos por unos diez o quince minutos. Me tomó tan por
sorpresa que teniendo en cuenta su intensidad, me llevo a recordar el primer
ataque de pánico que tuve en mi vida (cuando tenía 19 años) el cual por
supuesto no logre controlar para nada aquella vez hace casi siete años.
Ahora,
este que me agarro pasados unos pocos minutos del nuevo año, me costó
controlarlo, tanto que habré pasado tres o cuatro minutos de “terror” desmedido
y no me quedo otra que recostarme para estabilizar mi pensamiento y mis nervios
en general.
Es una de
las cosas que más me molesta de las crisis de ansiedad, la sorpresa y sobre
todo sorpresa de forma tan violenta. Porque hay veces que los ataques de pánico
funcionan de forma progresiva, es decir, poco a poco uno se va dando cuenta que
le está dando uno y puede ir “preparándose” o, mejor dicho, “peleándole” a la
situación y poder sobrellevarla. Pero cuando viene así, en un segundo, con
fuerza y sin previo aviso, puff… es difícil poder hacerle frente.
Por suerte
paso y al poco tiempo ya estaba todo bien, pero mi estrategia normal y que creía
infalible, la cual consiste en “dejar que el monstruo se acerque”, fallo por
completo. En un siguiente artículo hablaré sobre como logro sobrellevarlos
usando el “plancito” recién mencionado.
0 Comentarios