Poesía propia: Las faltas de la nada

 

Las faltas de la nada

Mi dulce niño, ve y vuela en latidos afables a los pasillos del mundo y su gente,
Rebalsa el hueco de tu mirada pura en cada día creciente,
Libera tu imaginación abrazándote a esa inconsciencia que te trajo al despertar de la vida.
.
Y aunque todo falte,
Reirás al sol con tu mirada joven,
Pero no te apures…
La nada y sus ausencias, la noche y sus llantos,
Resguardarán tus futuros desvelos
.
Ahora que tus huesos dejan el cristal caminando la dura tierra,
Ahora que el sudor del cabello incomoda las ideas ardientes de tu frente,
Ahora que las yemas de tus dedos sucios imaginan el tacto de un juguete nuevo,
Ahora que tus pies de piedra viven entre bolsas y suelas de barro,
Ahora que entre erratas vas soñando los vapores de un plato de comida,
Ahora que todo pesa en tu piel fresca,
Te pido que sigas niño…
.
Continua aunque los rasgos del día quiebren las risas,
Continua jugando hoy y para siempre que poco espera por partir la dicha
.
Y aunque las faltas de la nada empiezan a perforar los poros de tu alma blanca,
Mil ojos de estrellas inocentes están allí para cobijar tus suspiros.

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