El partido mas importante de la historia, el del fin del mundo, la gloria eterna o la temible derrota y su condena igual de eterna que la victoria, matar o morir, y mil estupideces mas que ocuparon los titulares de diarios, revistas y portales desde el momento exacto en que se confirmaron los nombres de ambos rivales enfrentándose en una final. A decir verdad, sinceramente a muchos nos emocionó poder ver tal evento deportivo y poder presenciar la mÃstica rivalidad entre ambos equipos, sonreÃr un poco con las cargadas ingeniosas entre ambas hinchadas, y quizás, porque no, prever las dolorosas excusas de quien presiente un final donde sea el rival quien festeje, hasta ahà se puede disfrutar lo lindo del fútbol si se quiere, pero en mi paÃs tenemos la costumbre de convertir, la mayorÃa de veces, todo evento en una monstruosa mancha de suciedad violenta que crece como una bola de nieve y en donde todos, absolutamente todos aportamos un granito de arena para hacerla imparable.
La violencia se apoderó de la alegrÃa como siempre, es grave y conlleva un montón de negligencias, primero por parte de los encargados de la seguridad, quienes claro nunca caminaron por una calle oscura, pero saben como proteger la misma; segundo de una parte, pequeña esta vez, de la sociedad, especÃficamente no mas de veinte personas fueron los encargadas de acallar cualquier grito de gol, y si, obviamente la culpa es de ese grupito de inadaptados, pero no hay que hacerse el distraÃdo, todos acortamos la mecha de la bomba de alguna u otra manera, incluso hasta el mismÃsimo presidente de la nación, que ya sabemos no tiene mucha idea aún de donde esta parado, acortamos la mecha cada vez que aplaudimos y enaltecemos a los barras bravas, cada vez que disfrutamos la pelea entre personas de distintos clubes, en cada insulto que le gritamos a un jugador, y aunque no respete mucho las autoridades y los estatus, hago hincapié en que no se puede insultar a un jugador del equipo rival, y pongo el ejemplo de aquella vez en que un ocupante del cuerpo técnico de San Lorenzo se mofo, insultando y burlándose de la salud de la hija del arquero de Arsenal, ¿ folclore del fútbol? No, totalmente repudiable y condenable; pero como todo pasa tan rápido y todo se acelera cada vez mas, no nos dimos cuenta y ya la final habÃa terminado luego de jugarse en España, si, la copa libertadores de América, la cual parece haber sido rebautizada y devenida en algún premio que el virreinato le ofrece a los reyes.
En este artÃculo quiero hacer énfasis en el trasfondo de que el partido se haya jugado en España, según mi punto de vista hay allà un gen subcutáneo, un mensaje implÃcito que refleja el comportamiento oculto que pocas personas llegan a ver, y ese acto que se nos escapó en el frenesà de la pasión injustificable es el siguiente:
La final fue ofrecida a la crema de la sociedad, desde mucho antes a la fecha del primer partido ya se olfateaba la búsqueda (desde sectores económicos) de esperar al conflicto para poder trasladar el partido hacia Europa (una excusa suculenta para liberar la zona por donde paso el micro de Boca?), pensémoslo unos instantes, un acontecimiento mundial importante , histórico para algunos, y potencialmente con recaudaciones de millones y millones, ¿porqué habrÃa que entregárselo a las clases populares? Cuando es la clase superior a la que se puede exigir económicamente sin temor a que la misma no responda, porque hacer accesible tan grandioso evento al esfuerzo de la clase baja, si la misma nunca llegará a lo que puede pagar la clase alta sin esforzarse; es un punto de vista claro, pero algunos puntos se unen de forma demasiado explÃcita, uno de ellos es el sÃmbolo del castigo que significo trasladar la sede, otro que las finales de las copas venideras se jugaran a un partido y en sede decidida por sorteo, todo un derrotero económico trasladarse en América latina de paÃs a paÃs, a excepción claro de que seas clase alta, y no cabe aquà el engaño, no se trata de erradicar la violencia, sino miremos Europa, que efectivamente logro semi-erradicar (tampoco nos hagamos los tontos) la violencia de los barras, pero alejo económicamente a las clases bajas de casi todas las finales deportivas importantes, tal como en el caso de la final que se discute, todo mucha coincidencia.
Otros aspectos de los que se jactaron especÃficamente los españoles, es de su civilizada sociedad, y de que gracias a la misma es posible realizar el partido en la capital de su paÃs, pero no hay que olvidarse que esa casa blanca (el estadio del Real Madrid) debe cientos y cientos de millones de euros al fisco, todo muy honesto no? Tampoco deben olvidar los españoles que aún tienen reyes y que insultarlos en una canción implica pena de cárcel, hermosa democracia y libertad de expresión no? Mucho menos deben olvidar que un amplÃsimo sector de su civilizada sociedad reivindica a Franco, dictador y asesino, y tampoco deben hacerse los distraÃdos con el explÃcito racismo hacia los inmigrantes que llegan en cientos de pateras.
Pero mas haya de que se piensen más civilizados, esto no se trato nunca de la violencia, solo del negocio, se encontró la excusa perfecta y se ofreció el espectáculo a quienes pueden pagar más, todo un sÃmbolo.
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