El fenómeno Bukowski

Que la niñez de Bukowski estuvo signada por la pobreza, en años de la depresión económica y, para sumarse a ese cóctel: un padre, que para desquitarse de sus propios fracasos, lo sometía a severos castigos corporales, ya lo sabemos.

También sabemos que en su juventud comenzó su larga relación con el alcohol, un reflejo natural al buscar olvidar todos esos años de sufrimiento.

Primeras ediciones de Cartero

Hay un documental muy bueno de su vida, en el cual Bukowski aparece varias veces, en formato entrevista y que recomiendo en este post. En el mismo se puede ver mucho del autor, se entiende que ciertas aristas son parte de un personaje que Bukowski hizo alrededor de su persona, pero también, si vida, las formas de su vida, son, a mi parecer cien por ciento auténticas.

¿Pero qué nos atrae tan frenéticamente de este autor?

Creo que sus textos, algunos no obvio, pero la mayoría habla de nuestra vida cotidiana, de lo que nosotros mismos hacemos en el correr interminable de días.

Y se puede ver, en el autor, el mismo sufrimiento que llevamos dentro nosotros, los obreros, los asesinados por la rutina y esa resignación agobiante al no encontrar una salida de la misma.

Una chica me dijo: Bukowski le atrae más a los hombres que a las mujeres. ¿A ti que te parece esta reflexión? Creo que cualquiera que trabaje, y se sienta asfixiado por el trabajo, el poco tiempo y el poco dinero, y lo escaso de todo lo que a uno lo rodea, al menos por una época corta en la vida, quien tenga que levantarse cada mañana, forzado, obligado, es inevitable que se maravilla con Bukowski.

Reniego casi todo los días de esto, del poco tiempo para escribir, para leer sobre todo, para conocer más cosas. Y cuándo estoy muy muy cerrado y asqueado en la semana, encuentro un pequeño refugio: “piensa en Bukowski, recuerda a Bukowski”.

El tío también fue a trabajar luego de trasnochar, y bien sabía la mierda que era eso (no trasnochar, sino mas bien el trabajo en si). Pensar así, a veces, me sirve. Y en eso puede estar todo el secreto detrás del fanatismo a Bukowski, el tío era un condenado como el más desdichado que te cruzas en la calle.

Por supuesto, si esto lo consultamos con alguien de “altura” académica, vomitaría al oír Bukowski; es la condena que todos llevamos, y eso… Esta a años luz de cualquier intelectual con una pipa en la boca.

Leído por muchos

El éxito de sus cuentos y novelas no lo apartaron de la poesía, ya que este género le permitía ejercer una crítica sutil al sistema social y de producción de su país, actitud ésta que acercó su obra a un conjunto de lectores especializados que declararon su admiración por su trabajo. Entre los que se hallaban Jean Paul Sartre y Jean Genet. Bukowski a pesar de todo su realismo descarnado alcanzaba momentos profundamente líricos, o para decirlo de una manera que él hubiera aceptado sin quejas, hallaba el giro poético a las experiencias cotidianas, sin olvidar que en muchos casos éstas eran la raíz del dolor, el sufrimiento y la muerte del hombre contemporáneo. Una de las consignas que le gustaba repetir era: “si querés escribir, tenés que tener algo para contar.” Palabras simples, contundentes y efectivas.

Aceptado por muchos de sus pares, entre ellos los sobrevivientes de la Generación Beat, particularmente Lawrence Ferlinghetti, la crítica e infinidad de jóvenes poetas, no se olvidó de quien era ni de dónde venía. Continuó repitiendo hasta el cansancio: “ Como dijo Ezra , hacé tu T-R-A-B-A-J-O. De él proviene el vigor y el maldito proceso creativo. Sólo así podrás poner baile y música en tus huesos. Yo tengo que escribir, si me cortaran las manos, tipiaría con mis pies. Y sepan nunca he escrito por dinero sólo para sobrevivir”. En una entrevista, ante las preguntas del periodista sobre el destino y la vocación, el viejo Hank se limitó a decir: “nací para robar rosas en las autopistas de la muerte”. (Esteban Moore)

Publicar un comentario

0 Comentarios